Tal vez no seamos amantes
quizá nunca hayamos llegado a la gloria en nuestros cuerpos,
ni hayamos inventado el irreverente placer en cada escena nuestra,
oscuros deseos vueltos realidad vehemente.
Seguramente no hemos sido novios,
porque no hemos presenciado amaneceres
ni nos hemos conmovido con la luz y la sombra, el cielo y el mar,
nunca hemos visto fijo la mirada y su refulgente trasfondo.
Efectivamente, no somos amigos,
porque nunca hemos tenido charlas eternas entre tragos de tequila
ni bebido cerveza a la sombra, frente a un cielo de azul intenso,
no hemos llorado entre confidencias,
ni hemos elevado el pensamiento con cine y lecturas.
Tal vez hayan sido sólo mis noches de lecho frío
y la nostalgia de la lluvia torrencial en el bosque
las que hayan convocado tu evasivo espíritu.
Tal vez, tal vez, sólo nos hayamos pertenecido.
Imagen. Aquí termina nuestro mar. Susana Argueta.
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