Inocente yo
que te pensé infinito
constante entre los días
denominador invisible
entre mis horas.
Creí que eras
y solo había en mi memoria
un nombre vacío.
Tenías voz
que no era tuya
tenías rostro
allende el tiempo.
Inocente yo
cuando te sentí cerca
un fantasma eras
un espíritu.
Deja una respuesta