Al escondite con las palabras
Arropada, cansada, no me quiero dormir, acontece en mi mente el momento, agradeciendo su hacer.
Dejen de hablar, callen, leyendas urbanas, murmuros de una vida mejor, menospreciar no he de poder.
Esas malas lenguas curan la frigidez, agarrón sin raciocinio, jadeo profundo, amnistía de errores.
Linde que enloquece mi piel, me alertan tus gemidos, éxtasis, de un amor sin palabras.
Inconsciente pierde la voz, solo hablan las palabras, nuevos juegos de letras, que la pasión proyecta.
No hay incógnita al despertar, las risas enmudecieron, volviéndose el juego a comenzar.
Acontecen proyectos de amor que amortizan sentidos, calmando el deseo de un incontenible placer.
©Adelina Gimeno Navarro
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