Me pesa la ausencia de tu cuerpo. No sé porque razón el extrañarte se intensifica de manera que mis lágrimas no son suficientes para desahogar la extrañeza de tus abrazos. Las heridas que se abrieron el día que te marchaste sin dejar rastro han tardado mucho en sanar, parecen aferrarce a los extremos y no…
Reconocer los finales sin siquiera percatarse de los inicios es la manera mas bella de saber que cualquier cosa que persigas la perderás de vista. La noche pierde sus estrellas y el camino se vuelve más largo cada vez, no desearía verte sumergida en aguas profundas, pero no logro tomar tu mano, sólo te escapas…
Tengo la extraña sensación de que cuando redacte la última carta para tí será el fin de mis mejores tiempos. Las letras revolotean de un lado a otro por la habitación, acomodándose de manera correcta, donde siempre debieron estar. Me pregunté muchas veces si nos dedicamos a escribir con metáforas el amor que no podemos…
No logro encontrarte, te dispersas en la neblina de la noche, me cuesta mucho distinguirte con esta visión tan borrosa, mis ojos no pueden ver dentro de este campo nebuloso donde ahora estás perdida. Extiendo mis brazos hacia ti, intento sostenerte pero tu pequeña mano se escurre como el líquido entre mis dedos, es tan…
Te he dejado mi hoja en blanco para que en ella escribas versos descompuestos. Como aquel donde dijiste que la curva de mis labios era tu caída perfecta. No sin que antes dejaras tu huella marcada al final de la página. Ridículamente la monotonía no atrajo consigo soledad, solo montones de rocas a gran velocidad…
No sé cuántas veces recitaré una carta de despedida sin siquiera a verme marchado aún. He tenido esa sensación de que es hora… hora de irme lejos, pondría de ejemplo huir al otro lado del mundo si eso fuera posible. A veces frío, y otras veces derritiendo el mismo hielo que has dejado. Intento encontrar…
Y quise arrancarle a la vida el dolor que me había infringido. Y quise hacerla sufrir y yo no tuve reparo en abofetear al sabio con sus consejos mohínos, en insultar al sencillo que se creía escondido, en poner la zancadilla al religioso enquistado y al hipócrita asqueroso que miraba de soslayo golpeándose el pecho,…