Poesía Viajera. Zirahuén, Michoacán.

Entre las verdes aguas se oye un lamento; la leyenda habla de una sirena enamorada y su desesperado llanto. Cuentan del amor de una princesa guerrera y un casto fraile, su pueblo vencido, la nación dominada. Si, ella se queja, pero no por amor. se subleva por su gente por tanta muerte y tanta humillación….

Poesía Viajera. Tepetlixpa, Edo. de México: Letra, tierra y frontera.

De puño y letra, habla la tierra. Escribe la historia de un pueblo guerrero -Señorío Xochimilca-. Del labrado señorial en la ladera del cerro De la mujer de la pluma que no quiso callar -Inés de Asbaje-, de la frontera del viento entre el pensamiento y la fragancia, del Chichinautzin, del Popocatépetl, del Iztaccíhuatl; tierra…

Poesía Viajera. Amanecer: Iztapayucan

La noche permanece aún. El silencio pernocta azul entre el femenino eterno y el ardor del hombre que vela. Nada se mueve, sólo mis pasos son testigos del diario prodigio. Majestuosos rayos dorados rompen la noche. El hechizo se renueva: el amanecer triunfa y toca el rocío. Se despierta la gente, hogares, miles, que se…

Poesía Viajera. Estación de trenes de Tulancingo, Hidalgo.

El lugar te convoca. Tus pasos te llevan a andar entre rieles y durmientes que se pierden entre las calles de una pequeña ciudad. Ya no se escucha el rumor del tren que se acerca, pero lo oyes aproximarse; eres gente que viaja en el tiempo y te encuentras con tu pasado: gente de campo,…

Poesía Viajera. Tlalmanalco, Estado de México.

Tlalmanalco, tierra que sabe a tiempo, arcos de piedra silentes, testigos de los segundos que se suceden uno tras otro, lentos y sabios, mirando la gente lejana, orgullosa de ti. Las montañas acunadas, líneas descendentes y suaves. Eres un momento detenido en el viento: La mirada de Iztaccíhuatl, mujer que duerme al amparo de montañas…

Poesía Viajera. Mahahual, Quintana Roo, México.

Escucho el tiempo, silente y enmarañado entre mis cabellos. He dado vueltas sobre mí misma y la vida gira. Mis pies están cansados, pero mi alma no. Callemos. Ya no hay más que decir, ni qué pensar. Ya todo se ha vuelto nimio, pero la vida se agiganta: es el barco en el que quiero…

Poesía Viajera. Oda blanca a Xochitécatl. Tlaxcala.

Xochitécatl, nueve siglos te miran piedras de serpiente, de  barro extinto. Origen, eco antiguo de tu raza, mujeres, numen de diosas y flores. Xochitécatl, ciudad fértil, femínea, linaje del viento, de raíces y agua, urbe de  horizontes entre montañas y el rojo  sol poniente renacido. Xochitécatl,  mujer de vientre niño, linaje de tierra, maíz de…