Entre ellas, la de los amores; la verdad que esconde un saludo desde el punto interior que nos descubre.
El de ellos, los besos, que, apuntando, van a la espera de una traición certera.
Todo ello, un todo, una cuestión de cariño hacia uno mismo; ninguna deslealtad que nos oprima.
Una sola verdad. No sé hasta cuándo; no creo que para siempre. El límite está en ti, en la credibilidad que te tengas.
Perfección de hacer, cumplimiento en lo creado. A pesar de ser imperfecto tú, vida le has dado.
Lealtades – Adelina Gimeno Navarro

Deja una respuesta