¿De qué puedo hablarte yo, mi bien amada?
Contorno de lo noche es mi verso triste.
Apenas azul azulada grieta del olvido.
Ínfima sombra de casi luz saturada.
Tú sabes bien cuál es el tono gris de mi voz
Y no es por nada que aquel tonto corazón
cual loco borrón rojo desangre en cada herida.
No nace de la mar la sal de mi llanto.
Nace de pena negra y pena endurecida.
Soy, si acaso soy:
murmullo de ramas en la tarde.
Quedando fui y muerto quedé ayer mientras soñaba.
Soy, si acaso soy:
murmullo de agua no potable.
Tómame así si es que quieres arriesgarte
a padecer y a terminar sin lastimarte
lenta e imperceptiblemente
con el suave veneno de mi pobre sangre.

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