La figura en el espejo
no es la misma,
ha cambiado
y no solo
de manera física.
Las grietas
que se observaban
al fin se han
vuelto a rellenar.
Aún hay
noches en vela
en donde se agrietan,
en donde lágrimas
caen
aun sin tener
razón.
Los vestigios
del daño
pasado aún siguen.
Pero, entre
esa tormenta
me he aceptado.
He parado
de cuestionarme
y tratar de
buscar excusas
por mis decisiones.
He aceptado
mis rarezas.
Las cualidades
Junto a los
defectos.
Ha tomado tiempo
y tomará más
dejar de escuchar
las inseguridades
que salen
en la noche.
Las voces
que maximizan
los pensamientos.
El espejo
no miente,
he logrado el
primer paso.
Algún día
lograré
amar mi locura.