El insomnio ha atacado de nuevo.
Aun cuando no me pude despedir.
Recuerdo tu sonrisa, tu mirada,
las palabras que motivaban a continuar.
En cada
una de ellas
la sabiduría
salía.
En momentos
en donde
mi alma
sentía
la tristeza
tú la llenabas
de alegría.
Espero que,
donde quieras
que estés,
logres escuchar
mi agradecimiento,
y despedida.
Espero que
el cielo
valga la pena.
Espero
solo poder
verte de nuevo
mi buen amigo.
Deja una respuesta