CREERÉ SIEMPRE EN MÍ
Creo en la ingenuidad de las palabras, no hiere quien habla con verdad de tu vida, mata al mensajero de su integridad mundana.
Abogando por las esquinas del amor, suena su voz a castigo, a muchedumbre gritando infamia sobre mí, que soporto la losa de una alegría.
Envuélveme vida de un manto de esperanza o arrancaré, cualquier dolor que la felicidad me provoca.
Suciedad que el tiempo lavó con agua llovida, de un manantial que regó, la esencia de una mujer entumecida.
Adelina Gimeno Navarro