Entre las flores encendidas del jardín
siento girar el mundo
y el mundo girando soy yo.
Sus pétalos tiemblan al viento
pero más tiemblo yo.
Sus colores inundan la luz
y la que se inunda de sombras soy yo.
Repiten mis labios gracias
con el perfume de su nuevo botón.
Sé que son un regalo para la desesperanza
un instante profundo donde se vuelcan las entrañas
y una se siente mejor.
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