Y se abre un túnel
y no se sabe si es laberinto infinito
solo se percibe oscuro, húmedo y salado.
Allá vamos, con la culpa a cuestas
con el alma helada
con los pies sin fuerza
con las alas caídas
con el tiempo en contra…
Y yo aquí
atrapados mis ojos en el fuego de la noche
atrapada mi voz entre las grietas de las nubes
descobijada mi mente de luz y de sombras.
No soy fulgor
ni radiación, ni llamarada.
No soy hoguera
ni ansia luminosa
ni inquietud ardiente.
Contemplo irse al sol
y me pierdo
con la piel conmovida
entre las horas…
Muy buenas palabras compañera 👏👏👏👏
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Muchas gracias Adelina, de verdad me impulsan tus palabras, con la experiencia que vos tienes con las letras. Te abrazo.
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La experiencia me la regala el escribir 😘😘
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