Recuerda el atormentado momento de la decisión; de la indecisión mundana que atraviesa haciendo escocer tus ideas precarias.
Mete ese cuchillo de acero oxidado e híncalo en los pensamientos corroídos de quien asesina los tuyos sin mirar.
Creer es saber que seguirá la lucha a pesar de la igualdad.
Que siempre habrá esa pieza por engranar, por reparar.
Reconstruye y cura la mente. No abogues por el sí ante la duda; recomienda amar.
Procura que el fuego del saber no destruya la felicidad, que no devaste la unidad.
Sommelier del contexto de una mujer, apela por su incondicional interés; no concluyas su discurso, déjala emprender.
Que nadie olvide su fuerza, ni su buen hacer. Qué mujer no transmite su querer o aparenta soledad sin dejar de pelear, para que seamos personas sin otra etiqueta que la igualdad.
Adelina Gimeno Navarro
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