Se diría que eras cima
a pocos metros del cielo.
Hombre bueno que exhibía su mirar,
dando luz a su oscuridad.
Disimulando siempre,
apartando la hierba
donde duerme la verdad.
Más, buscando vida,
las letras castigaron al emperador.
El agua perdió su cauce,
se acabó el más allá.
Perdiste ser real,
renegando la obviedad
Ahora, tu corazón inventado
circunda en descontrol.
Convéncete,
nunca fuiste esencial,
mucho menos cima
a pocos metros del cielo.
Deja una respuesta