Cruza a la otra orilla
Yo, fui una de ellas.
Yo, estuve allí,
en la isla del rugir silente,
donde su voz
controló mi mente.
Allí, se manipulan vidas,
porque no se vive,
solo sobrevivirás.
Te dejarás eclipsar,
morir por dentro,
arriesgar tu salud mental.
Un día, no te reconocerás
serás su obra.
Te hará creer que eso es querer…
cuidado, le creerás.
Pero no te equivoques,
la voz que ruge no sabe amar.
Amiga mía, vuelve a tu sol,
busca tu casa,
cruza la orilla…
coje tus alas, y vuela!
¡Vuela!
No estás sola,
aún puedes recuperar
tu vida.
Yo pude,
Tú puedes,
Toma mi mano,
ya somos muchas
las que logramos
cruzar a la otra orilla
con vida.
Remedios G. Tenza
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