AL BORDE DEL PRECIPICIO
Me apagaste el sol.
Amablemente,
indiferente, me empujaste.
Me dejaste sola
al borde del precipicio,
haciéndome sentir que
debía dejarme caer.
Mientras tú…
despertabas a otro amor.
Y el universo reaccionó
ubicando en mejor
lugar a mi corazón.
Empecé a sonreír,
a sentir…
desde un lugar donde la lluvia hace crecer
de nuevo al amor.
Y, volví a nacer
Se encendió mi sol.
Remedios G. Tenza
Deja una respuesta