Si quieres ser partícipe de mi alegría, no te lo voy a impedir, pues enmarcas en mi pluma sentimientos de la tremenda postura de perdonar.
Quiero anular el sonido de tu voz al reclamar, al cortar y al evocar un pasado precario, un estado especial que sin remedio me hace llorar.
La alegría es querer a los demás, es anular el miedo a hablar, acotar distancias y ayudar.
Merecer que quieres, amanecer feliz, no olvidar, pensar qué sentimos y que vivimos también.
Agradece, disfruta, que nada anule ese instante, ese en el que nadie puede hacerte partícipe de su querer.
Adelina Gimeno Navarro
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