I He aquí un milagro prismático: Sube la roca inmemorial Y sobre su cumbre Luz que no es luz incesante-larga–mente reverbera Toda ella brota canción de tiempo, eco y viento Volviéndose presente suerte que sin más se aleja Y ahí (ya así) siempre apenas silenciosa Desl(í)za(se) luego aprisa cuando no aún más con pereza precipita hasta que ilumina iris–discente toda la gama del instantáneo amor posible hacia la flora; hacia la fauna hacia la vida toda que es color también que en ese entorno breve anima. Allá el azul Acá la transparencia Desde la entraña el siempre Desde la constancia el hoy Y nada más // … todo es poema si en tu recuerdo se condensa. II He aquí un milagro basáltico: Venimos Somos, brillamos, cantamos, saltamos. Seremos (después…) solo agua que viaja.
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