He salido del fondo de la desesperación,
logré suplir el vacío
de la vida sin las razones correctas.
Reinventé un horizonte,
más acá del límite sensorial
de las preguntas sin respuesta.
Moví un par de paisajes
para encontrarme
entre la calma de la quietud,
en los abrazos involuntarios
del viento y mi mirada.
Le rogué a lo que era,
trascender,
de mi voz interior encausada
por culpas que no son mías,
de dedos que me señalaban
como único culpable
de no sanar.
He llegado hasta aquí,
con un alivio encontrado
por búsqueda propia.
Me alivie, y me aliviaron,
las justas causas de sonreír,
de amar, de escoger las luces
que adornan cada noche la plaza
en donde se centra
todo lo que era ira
y que ahora es la serenidad
que habita en mí.
-LF Medina
Ilustración «desconexión social» por Joshua Miles
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