Le hice el amor a mi manera, la acosté en la cama y le besé cada uno de sus miedos, me dijo que tenía frío y le brindé abrigo, le desnudé el alma y me contó que traía a rastras un amor que la había jodido.
Difícil, seria, insegura, joven, hermosa, atrevida y aventurera, decepcionada y harta del mundo, con unos ojos sin brillo, llenos de frustración y cansancio, aferrada a un único motivo que la mantenía andando, así fue como se abrió ante este corazón que le tendió la mano sin siquiera pensarlo.
Le hice el amor a mi manera, le preparé un café y cuidé de sus sueños, le di consuelo y se sintió segura, descansó como descansa un bebé en los brazos de su madre cuando todo alrededor arde.
Despertó con una sonrisa que no conocía, radiante y bonita, me dio los buenos días y dijo que esperaba un día tener a su lado a alguien como yo, pues nadie en la vida le había hecho el amor como esa noche se lo hice yo.
© Addel Córdova
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