La luna fue testigo de cuanto nos buscamos,
tú y yo,
intentando en lugares que no eran indicados,
en otros ojos que no eran los nuestros.
Cuantas veces no intentamos decir lo que sentíamos,
Cuantas veces el momento no fue el indicado.
Dejamos que nos abrieran heridas otras personas ajenas,
Para volver de nuevo a encontrarnos.
Porque nos dimos cuenta tristemente que algo era hermoso,
Solo cuando no lo tenemos cerca.
Por una vez deja que el corazón de hielo se descongele,
Por una vez seamos conscientes,
Por una vez dejemos de extrañarnos.
Solo una vez más intentemos lo, para que sepas que aún te sigo amando.
Deja una respuesta