La tierra toda vestida de novia
purificándose de su tristeza
ansiosa abreva
Graniza sobre la ciudad
y el azoro del tiempo
tórnase en blancos fragmentos de luz concreta
Garrafal impudor del cielo que consterna
Lúdico y humectante escollo
Al retorno accidental de los ayeres
responde el trueno con sus alarmas huecas
Todo es violencia firme del ahora
y presentimiento fugaz del qué será
latiendo
Llueve después lúbricamente
y el dolor discreto se deshace
en vaporosos y conspicuos lodos
que obligan a repensar
… Que no hay peligro
aunque abandonado y expósito quedes
como siempre
perdido en tus silencios
También —después de la borrasca—
tus palabras
lentamente
aquí sobre la hoja se deshielan.
Genial trabajo compañero 👌
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