No me reconozco, antes de ti mi vida estaba perdida en lo más profundo de un campo en ruinas con cicatrices y heridas que nunca había podido sanar.
No me reconozco, y te doy las gracias por aparecer de la nada y sanar mi alma, por darle luz a mis grises días, por creer en mí cuando ni yo mismo lo hacía.
No me reconozco, y siento que me estalla el lado izquierdo de mi pecho cuando con tus abrazos y tus besos me invitas a volar en tu cielo.
No me reconozco, y no quiero vivir de recuerdos, quiero amarte eternamente sin temores ni impedimentos, que mi corazón encuentre siempre en el tuyo su complemento.
© Addel Córdova
Deja una respuesta