YO PERTENEZCO
A OTRA RAZA.
¿Dónde están?
¿Dónde, quedaron mis alas?
¿A caso… las robo el miedo?
Mi alma de poeta
tal vez se distrajo
curando el dolor, de gritos de letras silenciados,
en papel mojado…
Anduve, por rutas
que mutan en tardía
rebeldía… y le encerré.
Encerré allí al miedo.
Tras 100 puertas blindadas
de hierro.
Por eso ya no temo.
Ahora pertenezco
a otra raza…
La de las poetas guerreras
que pintan almas de palabras.
La que desata cuerdas de dudas, locas.
La que se queda con su verdad.
La que ahora y aún
sin alas, está dispuesta a volar.
Ya tengo casa, la creé en la superficie de mis sueños.
¡Qué suerte, tengo!
Ahora ellos emanan de mí.
Remedios G.Tenza.