UNGIDO POR EL ÓLEO
DE LA ADICCIÓN
Hoy, efímero yo.
Perdido, sin reflexión
abdico a tu voluntad
adicción.
Tú, reina de la destrucción.
Mentira que endulzando matas.
Me ofreciste cien ojos de visión distorsionada.
Creyendo en tu tregua
tú vas y me enseñas
la cara invertida de euforia.
Y me niego…y me encierras en tu trampa, convirtiéndome en tu presa.
Maldiciendo mi error busco
una salida que no coincida
con la dura realidad de mi
mentira.
Remedios G.Tenza
Deja una respuesta