Dejo que el mundo ande
y me hundo en el silencio líquido de mi esencia,
delineando
cada uno
de los trazos negros
de mi origen lejano.
Cada letra me parece igual a la anterior;
debo romper los espacios.
Flotar es un oficio de sombra y luz,
un desacato a la gravedad de mi sino.
No vuelo,
levito,
me soy translúcida
y miro a través de mis manos.
Soy más que aire,
transpiro eternidad.
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