Los versos me revelaron las cadencias de tus siluetas, tan bien esculpidas tras las estelas de las estrellas y los cometas.
Luego, fuiste noche clara en el fragor del fuego del deseo, niña de amor y Luna de plata cuando te veo.
Más tarde, el firmamento creó coral en tus pestañas e infinito en mis anhelos, antes de convertir lo ignoto en algo nuestro.
¡Ay, vagarosa! ¡ Hoy brilla tan nívea la Luna por ti, niña hermosa!
El rocío te rodea y la escarcha te destaca, entre amalgama de flores se regodean tus fragancias. A veces, peces de doble cola cruzaron eones para engalanar nuestros amores, vinieron seres de todas las distancias y abismos para hacer de la vida su lirismo.
¡Ay, vagarosa! ¡ Hoy está la luna llena por ti!
¡Y eso es más de lo que yo pueda decir!
VAGAROSA -Eduardo Ramírez Moyano-

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