Desear tanto que los borrones en las hojas no sean más que solo sentimientos mal explicados, que has utilizado tantas hojas como te sea posible y en ninguna fluye tu intensidad.
Sabes que al caer la noche la tinta se hace tu mejor compañera.
Te encuentras a ti mismo en un inexplicable sentir, que no interesa cuantas manchas en la pared se hagan con la pintura derramada, al final será un lindo desastre que le dará un poco de color a tu vida.
Deseas encontrarte a ti mismo en plena soledad y que las respiraciones que generes solo te traigan la calma después de mucha tempestad.
Te niegas a observar la luna por la mera nostalgia que esta te genera, y ni siquiera quieres contar las estrellas porque cada una te trae un recuerdo que te abre un poco el pecho y te deja expuesto.
¿Eres aun lo que eras antes de observar las estrellas?
A medida que el tiempo pasa los borrones en las hojas disminuyen, y has entendido que antes de marcar con una buena tinta, es preferible usar el lápiz.
¿Te has perdido a ti mismo en el juego de encontrarte dentro de alguien más? Dedicate a ver la luna esta noche, sabrás que te has tenido todo este tiempo, y que tu gran hazaña de existir es por el simple hecho de vivir.
¿Cuánto es suficiente si se trata de sentir? Los límites los impone el cielo, y tal parece que fin no tiene.
Deja escapar tus cometas, esos que tanto revuelo hacen dentro de tí, solo complace un poco el cielo brindando esa luz interior tan tuya, y no te detengas hasta convertir el cielo en tu propia constelación.
Yaretzy Elizalde.