III. VÍCTIMAS Y VERDUGOS -Eduardo Ramírez Moyano-

Sueño con fuegos fatuos y charonias, palmeras y tréboles azules, elipses de mundos imposibles… Y, entonces, despierto… ¡Despierto en una jaula de acero entre charcos de sangre y niños-bicho desmembrados! Las moscas hurgan la carne, todavía caliente, y revolotean pertinazmente, pretendiendo meterse en las heridas que los flagelos de los niños-rata han rajado por todo mi cuerpo. No puedo dejar de oírlas zumbar, hasta que dos niños-cucaracha bien trajeados, impecables y relucientes, negros e inquisitivos, aseveran: ¡A éste no lo matéis todavía!
La frase resuena en mi cabeza: Todavía… Todavía me queda algo de vida. Mas cuando apenas he empezado a pensar que puedo sobrevivir, por ejemplo, trabajando, aunque sea duro, para ellos, ¡Santo Dios!, alguien abre el portón de la prisión y una veintena de niños-mosquito, babeando espuma y desorbitados los ojos de ira, comienzan a clavarme sus largos aguijones por todo mi ensangrentado y débil cuerpo, que ya casi no aguanta tanto dolor y veneno.
Antes del desmayo, mientras un velo de sangre baja como una cortina por mis córneas, consigo discernir a Luzbel en una esquina de la estancia, sentado en su trono y bebiendo de una gran copa mi líquido vital.

Foto: Extraída de la exposición «AVATARES 2020», de Eduardo Ramírez Moyano.

Avatar de buhodespierto

Posted by

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Crea un sitio web o blog en WordPress.com

A %d blogueros les gusta esto: