Fueron pasando los días y cada vez tu mirada me huía, fue pasando el tiempo en donde ya no hubo despedidas, ni besos fugaces.
Fue pasando el rato en donde susurros se adelantó al tiempo.
Fueron creciendo los muros solo que está vez dejé una puerta para que quien quisiera entrar lo hiciera.
Decidí libremente amar a quien corresponda ese amor sincero.
Decidí vivir de una manera llevadera la cual se me ha hecho menos lastimera. Decidí entregar mis labios a ese que con sus encantos me conquistara. Decidí que entre el amor y la melancolía está la fórmula de la vida.
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