Tengo la extraña sensación de que cuando redacte la última carta para tí será el fin de mis mejores tiempos. Las letras revolotean de un lado a otro por la habitación, acomodándose de manera correcta, donde siempre debieron estar.
Me pregunté muchas veces si nos dedicamos a escribir con metáforas el amor que no podemos mostrar.
¿Es esta una realidad para entregar el alma o es que solo nos dejamos llevar?
Es tan impresionante ver como las piezas que encajaban perfectamente al final desgastan su margen, perdiendo completamente toda forma que se ajustaba a la medida.
Quise ser el barco que te llevaría a salvo de la tempestad esa que llevabas dentro, de la que tantas veces fuí partícipe. Era la tormenta más bella que había presenciado. Hasta el momento no he visto mejores lluvias caer sobre mí.
Indescriptiblemente fue como adherirse a las células que llevaba en el alma. ¿Acaso esas eran las mariposas de las que habló mamá?
Porque no he visto a ninguna pasearse por el jardín desde entonces.
Yaretzy Elizalde.
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