Que el frío de esta noche se vuelva fuego con tus caricias,
que la soledad que embarga mi alma desaparezca con tus palabras.
Que tu presencia se vuelva realidad en mi cama, a un costado de mi almohada,
y que tus besos mujer, sean mi paz,
mi calma y mis ganas de soñar
abrazado a tus alas.
© Addel Córdova