«EGO DE DIOSES»
Perdón por ser mortal.
¿Me confundiste acaso con un Ángel?
Tú mirabas alto
Yo volaba bajo
Los dos; alabábamos a la misma Diosa Pelirroja…
Tú, herido por sus encantos de eterno idólatra…
Yo, solo quería saber más sobre la leyenda…
Os desnude mi alma de mujer sincera…
Pero solo la mirasteis de reojo
Yo, engañada por el mérito de mis ofrendas,
tropecé con vuestro excluyente juego de egos.
Solo un gesto me volvió a la realidad…
Ver como te recreabas en describir su pelo y su sexo.
La imagen hizo caer el sol
Todo a mi alrededor se trasformó en un proceso de destrucción.
Ahora sé quién soy…
Perdón por ser un Ángel que no adora Dioses postreros.
Remedios G. Tenza
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