Por una noche me gustaría tenerte.
Una vez más para mí.
Que te volvieras a enamorar; pero tomaste tu decisión
y de esa manera me trajiste de nuevo a la realidad.
El amor pueda ser la mayor fuerza de tortura o salvación.
Lastimosamente, colisionamos en espacios diferentes.
Tomamos las decisiones que creíamos correctas
y seguimos adelante dejando nuestros corazones a un lado.
Así es como paso mi noche deseando volver a respirar, perder el miedo,
y seguir viviendo en esta realidad.
© Alejandra Graciela
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