Un día me enamoré de una mujer que llevaba el cielo en los ojos y el sabor a pecado en los labios, de un ángel con alma de mortal y cuerpo de diosa.
Un día me enamoré de una mujer que con la profundidad de su mirada, era capaz de llevar a cualquiera al paraíso y de golpe bajarlo al piso.
Un día me enamoré de una mujer que era ángel, amor, paz, pecado y pasión para este endeble corazón.
© Addel Córdova