Siempre hay otra ruta, otra historia, un yo alterno donde el paisaje cambia, donde nada es.
Camina contigo si vas derecho, o viras, o crees que vuelves sobre tus pies.
¿O es que el yo alterno es el verdadero y tú la sombra que va con él?
¿O es la historia que no conoces la que en realidad palpita y la tuya la que no fue?
Un laberinto, una escalera, un suspiro, una traición o un amor fingido.
¿Quién dice?
¿Qué es?
No va nunca solo mi latido
no va sola mi vergüenza
ni mi pena
ni mi culpa.
Y acaso sean los que toman mi brazo, dirigen mis pasos, me ayudan a deambular.
Anda
que el laberinto ya tuerce de nuevo tu destino.
Crédito de imagen: «Tránsito en espiral» Remedios Varo
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