Hemos encendido la séptima luna
con las manos temblorosas por la angustia
y la soledad.
Somos Tot y Ast desterrados,
sin tiempo, con miedo, sin magia;
cansados de tanto buscar.
Soy el desierto en penumbra,
eres el viento que sopla
y me arrastra convertida en arena.
Soy duna,
soy colina
soy módano,
soy barranca
Soy furia apaciguada
temblando de frío y espera.
Hemos emprendido la huída
con el favor de Aldebarán
y no sabemos a dónde nos lleva.
Ya hemos transitado seis lunas
sin mar
sin ríos
sin lluvia
con sólo lágrimas de amarga condena.
Que Yah nos alumbre
Que Inn nos proteja
Que en su playa,
el corazón de Antares nos reciba
y nos absuelva.
© Carmen Asceneth Castañeda
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