Solía preguntarme porque las personas no eran felices,
después de envejecer supe que cada tropiezo puede amargar un rincón del alma,
y que una vez que la vida te golpea no hay vuelta atrás, simplemente endureces el corazón mientras comprendes que amar es complicado.
Cierras la puerta a cada luz que desea entrar a ti, pero no dudas en abrirla para ver como la noche se vuelve más oscura.
Las personas son tan capaces de sanar los corazones que se han olvidado de sanar los suyos.
Cuestionan el comportamiento de los demás a su alrededor, pero aún no reconocen como reaccionan al amor. Tan fríos y débiles.
Tienen miedo de enfrentar lo que no está para ser enfrentado, y aún así cierran la puerta por temor a terminar con el corazón roto.
¿Qué tanta agua salada en las mejillas no es suficiente? Solo por una vez no cierres la puerta, y deja que todo aquello brillante pase, y sin temor alguno demuestra que eres capaz de no amargar más rincones de tu vida.
–Ana Saavedra
4 respuestas a ““Envejecí con la Puerta Cerrada” – Yaretzy Elizalde”
Muy bonita poesia felicidades
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Muchas gracias! ❤️
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No adoptemos jamás esa actitud de culpa, hagamos lo que sintamos sin causar dolor a nadie. Los demás ya cargan con su propia conciencia.
Muchas felicidades compañera por el logro 👏👏👏👏
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Gracias a ti, Ade ❤️
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