Voy a extender mi capacidad de amarte hasta donde el universo me diga “Aquí para, no hay más espacio”.
Sé que soy tan capaz de alcanzar el brillo de la luna con mis propias manos, más sin embargo sería un total vacío si no vas a mi lado.
¿Qué hazaña cumplo en soledad cuando sé que hay un alma dispuesta a amarme después de caer en tantas guerras?
Volvimos del amor una dependencia, unas palabras agraciadas y es como si nos colocaran el mundo en las palmas de las manos imaginariamente.
¿En qué momento el concepto de entregar emociones fue tan fácil?
¿Cuándo dar belleza a las palabras fue dar desastre a los hechos?
¿Por qué el alma me llora si podría poner mi mundo de fiesta?
Tantas cosas en el universo son capaces de no valer la pena, mientras que tantas personas en el universo son capaces valer la pena.
Convertimos nuestros ojos en lo que debe requebrar primero.
¿Qué pasaría si solo fuera el tacto lo imprescindible?
Escuchar tantas voces decir que crearían maravillas para hacerme el alma feliz, no era necesario. Lo imprescindible siempre fue ver los hechos.
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