Café de despertares
por cada mañana y obligadamente por ello mismo desde siempre…
que desde la cuna se absorbe integral en su aroma
si no es que ya literal se paladea desde la imberbe boca,
roja y maternal cereza que cósmicamente conecta
con el tan doméstico dulzor-amargo
espectro-abismo de excitación infinita
que por lo menos remonta(se) serrano y selvático además
muy más allá del azar de ignotos orígenes
pendientes vírgenes o apartadas laderas.
Café como ciertos ojos de ternura infinita
que envolventes también al tiempo que silentes
hasta el alma resecan, tuestan y penetran
o hasta la eternidad en líquidas vaporaciones acompañan.
Café con leche, dulce de antes de la escuela
y más dulce aún el de la rápida merienda…
Café sin aditamentos (años después) para acabar de madurar abiertos gustos
por las más diversas o álgidas purezas
lo que es decir degustar pleno e infinito
el oximorón que implican las rudezas de la vida.
Café derramado en el poema; café de luz, de luces,
de letras inacabables-disfrutables…
Café de la imaginación, café de todos y cual gozoso nuestro inmortal Café de Nadie…
de música también omnipresente o de antes y después del también humeante cinematógrafo,
entre otros inagotables júbilos irrenunciables.
Café democrático, de masas, de discusión y hasta de interdicto
si no es que por interpósita persona.
Café con pan al menos si no hay para otro pecaminoso postre
antes o después de adentrarse en pleno a todo jardín de las delicias;
aunque en las nutrientes o dolientes soledades también:
café aroma de nostalgia o de añoranza por más de aquellos
y de todos cualesquier otros suculentos o truculentos padeceres.
Café por la tibieza necesaria
o por la lujuria que ya pausadamente se recuerda
a más de por el asertivo guillermotéllico y robinhoodesco ejecutar.
Café porque aunque el hubiera no existe
si queda acaso otro ocaso o amanecer que saborear…
Café de paz en la tierra;
café de fé en la vida y de entereza ante la fiel promesa de catar
diluidas o líquidas, vaporosas o sólidas, también todas las estimulantes horas
o auroras por sumar /restar o deleitosamente multiplicar.
*

Deja una respuesta