Seremos eternidad
en la lejanía de nuestras palabras,
aquellas que convocamos.
Te tocaré
en el parloteo de la mañana,
me escucharás
en las voces de la montaña.
Serás,
seré,
un momento,
las líneas contagiadas
de mis secretos develados,
la voz que nunca oíste,
el tiempo que has callado.
Yo,
vendré de muy lejos
y te diré al oído:
he recuperado el habla,
he dicho
mi nombre.
Imagen: Lago de Chapala, Ajijic, Jalisco.
Fotografía: Susana Argueta.
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