DENTRO DE TU AVATAR
Vuelvo a estar dentro de tu avatar, princesa del bien y del mal, cuando la inmensidad del cielo no es más que otra parcela del mar, reflejo marmóreo de un Dios corpóreo y crepuscular, para sumergirme de pleno en tu abismo vaginal y en tus interiores floridos de coral y musgo bucear, ¡oh, reina ideal!, holograma complementario de mi avatar, inicia el ritmo de las dimensiones que, despierto, me hacen soñar…
Aquella chica, mi amor de Facultad, hoy ya puedo hacerlo con ella en Realidad Virtual, y de nuevo configuro la versión más caliente a partir de una foto, ¡Dios!, su presencia me vuelve loco, y enardece mi serpiente hacia delante y hacia atrás, vueltos tus ojos, divina sería poco, preparándonos para volar…
Eduardo Ramírez Moyano
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