La luna sangra,
adolorida,
esta noche.
Va herida,
de vergüenza,
en la distancia.
Está enferma de silencio
de cierta desesperanza
del mal tiempo
que el hombre hace del hombre.
La luna madre sangra,
no para parir.
Sangra
de tanta muerte,
de cercana rabia,
de impotencia,
de verdad,
y de agonía.
