Raudos pasaron los vividos días
dejando en el camino vagos sueños
acaso de la senda álzanse dueños
henchidos de congojas y alegrías.
Palomas de luz que harto consentías
tristes arrullan ya caros empeños
y mustios mutan hacia mudos leños
crepitares en que te consumías.
Sin buscar tan presto agotar la meta
la huella sigues y te sigue ella
aplazas el odio, explotas la veta…
A fuerza de dulzura brota bella
amiga disyunción que al alma reta:
vida afianzar o desgranar estrellas.

Reblogueó esto en Daniel Olivares Viniegra.
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