Miradas que saludan
y se despiden a la vez.
Miradas que redimen
cuando nadie te quiere ver.
Miradas que matan
saciadas de rencor.
Miradas que callan
y asientan al vil perdedor.
Miradas cojas
que no llegan ni al talón.
Miradas novatas
huérfanas de emoción.
Miradas groseras
vacías de perdón.
Miradas que no miran
y ven mejor que dos.
Miradas de arte mayor
que cruzan fronteras.
Miradas de arte menor
que hacen “dedo” en la carretera.
Miradas irrechazables
que albergan dos estrellas.
Miradas que acongojan
y te hacen mella.
Miradas que cambian planes
y levantan de la mesa.
Miradas que predican
“¿Y si fuera ella?”