
Mis ojos coleccionan atardeceres
languidece la luz
y ellos resplandecen.
Por el iris
no sé qué nostalgias se difuminan
y se quedan impresos
para siempre
en mi retina.
Hay ocasos de agua
de tierra
de viento y de fuego,
los hay de mar
de ciudad, de bosque y de desierto.
Los tengo tristes
resguardados en el pecho
y alegres
con labial
enmarcados en el recuerdo.