La malquerida

Quizá seamos bastardos de madre

querida vecina del piso de abajo.

Tu que dejas que te pisoteen,

de comprarte sin venderte…

y sigues ahí dando vida

pusilánime e inerte.

Quizá somos tus hijos ilegítimos

o bien tus moradores más rebeldes,

tan amnésicos de lactancia…

más de dar que de recibir

con tu segunda oportunidad

tatuada con retintín.

Hay muchas “importancias” antes de un después,

cuantiosas “verdades” a las que te rindes,

escasa de ungüentos para tus males…

pero la máxima es clara

enigmática cacique del cielo:

después de ti no hay nada.

Cuál sátira fui el remitente,

se regocija entre capullos y gusanos,

pues eres mi presente pendiente.

Tú que me das de comer,

reina y rosa de los vientos,

ofreces tu cama en cualquier momento.

Tú que cuando te enfadas

escupes sin dar explicaciones

haciendo honores de autoridad.

Porqué sólo tú secas mi sed,

mas a prueba pongo tu generosidad

cuando te afeita el barbero sin avisar.

Porqué tú inventaste el principio,

trolea y entierra

a quien quiera escribir tu final.

3 Comentarios Agrega el tuyo

  1. agusdidier dice:

    Excelente inicio colega. Saludos 🙌

    Le gusta a 1 persona

  2. guillegalo dice:

    Una historia entretejida para nuestro ajedrez mental. Bello y buen poema. sensible y cuestiona.

    Me gusta

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