SECRETO I
Seguramente hoy la pensaste de nuevo, seguramente mañana lo harás nuevamente. ¿Quién te culpa por tener un corazón meloso y amar sin pensar?
Estás haciendo lo que un valiente piensa dos veces; amar.
Entregarte por completo a un sentimiento sin pensarlo. Solo fluyendo como si la vida se te fuera en ello. Dejando caer en lluvia todo el temple contenido en el pecho sobre la tinta y el papel para dirigir solo dos palabras hacia su puerta. Y es que no necesita más, solo la verdad.
Te has cansado de creer que siempre será real, y cuando verdaderamente lo es, no hay marcha atrás.
Solo estás ahí, con los sentimientos a flor de piel aguardando el momento perfecto para decir lo que cambiara el rumbo de tu vida.
Como si un genio chasquiara sus dedos concediendo el destello a la humanidad de dos almas amándoce perdidamente bajo la luz de esa estrella fugaz que acaba de perderse por el horizonte.