(Del libro “Arquitecturas Interiores: Poesía de Desarrollo Personal”, Editorial Angels Fortune Editions)
Si tan solo vieras lo hermoso que eres,
la belleza profunda de tu corazón rojo,
la delicadeza de tus manos como panes,
alimentando caricias, soles, ojos,
tus manos, las mismas manos de todos.
Tu rostro amable de cercanías y ternuras,
el atractivo de tu voz que calma,
la calidez de tu estar,
el amor que emanas,
el imán que vibras,
la sensibilidad de tu verbo y de tu abrazo.
Tu mirada de adentro,
la que ve de veras, reconoce,
la de ser humano.
Si tan solo te vieras, y te reconocieras,
lejos de las voces de quienes sueñan muertos,
solo recordarte tu belleza alejaría toda duda:
está bien ser tú, y eres precioso.
No hay comparación posible
cuando tu espíritu te puebla,
porque la comparación no existe
cuando sientes tu amor por dentro.
Eres bello, eres hermosa,
si tú supieras…
👏👏👏👏
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