Pronto oscurecerá y llegará la noche,
a la distancia, centellean las luces del faro.
¿Por qué será que la noche nos devuelve todo?
¿Será por la monotonía de nuestro miedo constante?
No más, nunca más- dice la voz,
Nos perderemos, siempre nos perdemos.
Y aunque el miedo del mundo se ha apoderado de la noche,
sobrevive el lugar vacío, la taza de café a medio consumir
y nos despegamos de ella con todo y estrellas.
Noche que se cierra,
que rehúsa,
que se borra.
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